El Día que los creyentes se unieron en oración.

Todos esperaban la bendición del Papa Francisco «Urbi et Orbi» por la emergencia del coronavirus a través de las transmisiones directas del Vaticano. Unidos espiritualmente, millones de almas recibieron las palabras del Papa Francismo y la indulgencia plenaria según lo establecido en el reciente Decreto de la Penitenciaría Apostólica

Ciudad del Vaticano

En silencio, calles vacías, todos desde sus hogares desde las diferentes redes y medios de comunicación, con una gran expectativa mundial por la cita de oración universal que propuso el Papa personalmente durante el Ángelus del pasado domingo para este viernes 27.

El CRisto presente

Con el Cristo presente, el mismo cristo que en el 1582 hubiere sido el que milagrosamente calmara la peste de esos años, el CRisto que recorrió las Calles de Roma, Hoy volvió a ser la imagen de la esperanza para frenar la Pandemia que azota al mundo entero. El llamado e invocación al Dios Todopoderoso a través de las palabras del Padre Nuestro, con la oración del Santo Papa, fue un pedido de calma al pueblo, de bendición, de esperanza. Una oración conmovedora hacia el cielo.

Una oración esperada

Desde el atrio de la Basílica de San Pedro, con la plaza vacía, El Santo Papa pidió por el mundo, por las almas, por la Humanidad.

“Escucharemos la Palabra de Dios, elevaremos nuestra súplica, adoraremos el Santísimo Sacramento, con el que al final daré la Bendición Urbi et Orbi, a la que se unirá la posibilidad de recibir la indulgencia plenaria.”

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